sábado, 27 de diciembre de 2008

Tu voz, mi vulnerabilidad y la copa de vino

Desconexión cósmica, distensión mental
Me alejo de los transformadores de mi vida.
En la oscuridad de la noche, la calle se alarga
Mis pensamientos fluyen en dimensiones impensadas
La brisa del verano me acaricia suavemente
Desearía compartirlo con vos, pequeñas cosas.
Escucho a mi vacilación de sentimientos
Que susurra con franqueza que te quiere cerca…
Contemplo el contexto, una música me acompaña
Sus sublimes sonidos colaboran y me relajo…
Mi vulnerabilidad dialoga con la copa de vino que sostenía
La brisa se hace viento y me alejan de la charla
No puedo intervenir, comenzaría a mentirme de nuevo
Intento escuchar lo que dicen, pero susurran
Temen por mí y por quienes se esconden al acecho
Me alivia que no estés conmigo
No quisiera que escuches lo que dicen…
Pienso en bajar la música, en seguida me arrepiento
De hacerlo, volvería a la realidad, su charla se acabaría
No es conveniente, quiero escucharlas…
Intento acercarme, todo permanece oscuro
Las voces ahora se oyen más fuerte, no comprendo
Me acerco, noto que discuten, una voz se suma
No distingo bien, parece ser tu voz en mí
El debate se hace más fuerte, no escucho la música
De repente, silencio ensordecedor que corta el aire
No quiero abrir los ojos, prefiero aferrarme a tu voz…
Es la realidad, que comienza a batallarme de nuevo
Sin embargo, esta vez, algo ha cambiado
Siento unas ganas irrefrenables de decirte lo que siento
Ya no me importa el después, solo quiero cuidarte
Nuevamente, una voz aguda y cálida me contiene
Me confiesa balbuceando el final de la discusión
Tu voz, mi vulnerabilidad y la copa de vino…

-M-

lunes, 22 de diciembre de 2008

Reconstruyendo recuerdos

El tiempo me ofreció la distancia justa,
Esa que me hizo volver para reparar
La que me permitió juntar los escombros
Para reconstruir los susurros de tu adiós.

Después de vacilar, me acerqué y lo vi
Un corazón intentando rehacerse
No pude distinguir si era tuyo o mío
Allí recordé que éramos para los dos.

Voy caminando, observo que no estás
Me fui alejando de mi única verdad
La que podía trasladarme dejando atrás
Cada recuerdo que me sabía lastimar.

Reparando una foto que la distancia hizo añicos
Intento unir cada una de mis memorias junto a vos
Y en un segundo de claridad, tu perspicacia
Revivo los porqué del derrumbe que me aisló.

Aunque pienso que es mejor no volver atrás
Aunque sepa que de todo esto ambos aprendimos
Hoy puedo afirmar con mi mayor convicción
Que sigo eligiendo tu guerra a otro invierno sin vos.


-M-

Carlos Mugica



Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no.
Señor, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no.
Señor, perdóname por encender la luz y olvidándome de que ellos no pueden hacerlo.
Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre.
Señor, perdóname por decirles "no solo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan.
Señor, quiero quererlos por ellos y no por mi. Ayúdame.
Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.
Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame."
Carlos Mugica

"La liberación debería realizarse en todos los sectores donde hay opresión. En el orden jurídico, en el político, en el cultural, en el económico y en el social." CM


-K-

lunes, 15 de diciembre de 2008

Punto cero

En la nada del silencio
Y en el todo de pensamientos
Surge eclipsando mis recuerdos
La mirada del ayer que no fue
La búsqueda que se agotó sin pelear
Y la palabra que no encontró su lugar
Y aunque quizá ya no tenga sentido
Seguir dándole vueltas al asunto
Siempre pienso como hubiese sido
Porque el perdón no tiene olvido
Y las palabras no se borran.
Es mi grito de rencor, disipado
El que pelea con tus acciones
Y aunque ya hayan pasado
No creas que las olvidé.
Estoy harta de que el perdón
Pelee sin descanso con el rencor
Y se meta el amor, a mediar con la razón
Y detenga la toma de decisiones
Una vez más, punto cero.

-M-